Uno de los debates más sanos en el mundo del software es la necesidad de que los sistemas deban ser de libre uso, distribución y sin ningún tipo de atadura o "cadena digital" del usuario hacia su desarrollador.
Los equipos más caros no pagan licencias
Este debate adquiere una trascendencia aún mayor cuando se habla de sistemas críticos, y por eso el top 500 de ordenadores, los más costosos y potentes del mundo corren sistemas operativos libres (enlace). No es relevante el ahorro de costes en licencias, sino más bien el poder disponer del código y la libertad para auditar, detectar y corregir de manera autónoma cualquier tipo de problema.
Linux, como estandarte de sistemas libres desde su comienzo, se ha
apoderado silenciosamente de las plataformas que gestionan nuestros
datos de manera masiva, no por la ética y moral de sus propietarios, sino
por la independencia tecnológica que les brinda no depender de un único
proveedor tecnológico.
Incluso Microsoft, único competidor de sistemas Linux con su Windows Server, utiliza en su nube Azure más servidores con Linux. Según Microsoft, "over 60 percent of the cores customers use in Azure run Linux". Ya quedaron atrás los tiempos donde lo veía como un competidor. Y no es únicamente una cuestión de disponer del código, sino de contar con el respaldo de miles de empresas y profesionales auditando y mejorando un sistema creado para sus necesidades específicas, y desplegado en la aplastante mayoría de servidores de cualquier tipo, antes que extender y seguir creciendo con su propio software.
Pero ¿esto es importante para mi empresa?
Las herramientas de gestión empresarial (ERP) son un medio para gestionar la empresa, no un fin en sí mismo. Toda inversión, despliegue funcional, técnico y de adaptación de la organización debe estar orientado a mejorar la productividad y obtener un retorno económico.
Los ERPs son sistemas críticos para la empresa: un fallo o parón en el servicio puede suponer cientos o miles de pedidos sin entregar, una web caída sin poder vender o personal parado sin capacidad para cumplir con su cometido. En resumen, una catástrofe financiera y reputacional: la peor pesadilla de cualquier compañía.
Trabajar con soluciones libres y almacenar los datos con código sin dependencias tecnológicas es la única garantía a largo plazo de no estar atado a un proveedor, que a conveniencia, pueda cambiar las reglas del juego y provocar un perjuicio económico o una situación de difícil salida.
En el trabajo de un implantador, es habitual recoger clientes de otras soluciones, que huyen tras haber lidiado precisamente con situaciones como éstas, y es una labor de responsabilidad ofrecer soluciones que garanticen que no se vaya a repetir.
¿Qué pasa con "la nube"?
Las ofertas SaaS ofrecen soluciones integrales a necesidades concretas, poniendo a disposición de los usuarios una plataforma "funcional" sin el coste del despliegue ni los conocimientos técnicos necesarios para ello.
Externalizar todos los datos tradicionalmente no ha sido considerado una buena idea, por la dependencia que se genera, si bien han sido un excelente sustituto de la incomodidad (y coste) de tener que desplegar la tecnología necesaria ofreciendo simplemente disponer de una solución lista para su uso en pocos minutos.
Sin embargo, cabría diferenciar entre "alojar un servicio" o "alquilar un servicio".
En el primer caso, como ocurre en servidores web, correo o FTP, disponemos de la propiedad e independencia, por tanto libertad para cambiar de proveedor, y en en el segundo estaremos atados al desarrollador mientras queramos seguir usando su solución, a veces, incluso con los datos "secuestrados" (sin poder exportar una base de datos completa de los mismos).
Por este motivo, al contratar un SaaS, es conveniente asegurar que tanto el código como los datos que se almacenen pueden cambiarse en cualquier momento, y no estar "encadenados" a un único proveedor.
¿Y Odoo?
En el ámbito del mundo empresarial, los profesionales más veteranos de Odoo comenzamos implantando cuando era un sistema 100% libre y aunque no estaba tan avanzado tecnológica y funcionalmente como ahora, contaba con una base muy sólida que a su vez se apoyaba en otras plataformas muy extendidas de software libre.
El crecimiento de Odoo fue exponencial desde su inicio gracias a esto y a su vibrante comunidad internacional que ayudó a difundir, traducir, adaptar y mejorar Odoo, ya que su licencia libre permite dichas libertades.
Odoo S.A, la empresa detrás del desarrollo original, introdujo posteriormente una versión Enterprise con una licencia privativa, aunque ha seguido manteniendo el núcleo y la mayoría del código bajo una licencia libre. Esta nueva versión les proporciona un beneficio económico directo, y es la base de promoción en todos sus canales, aunque la información que proporciona sobre la versión Community es sesgada, y no es casualidad, ya que no es un actor objetivo.
Y si bien muchos implantadores se han adaptado o han nacido bajo el nuevo modelo Enterprise, con la venta de licencias, algunos otros seguimos implantando la versión Community +
OCA, y ofreciendo a nuestros clientes el 100% del código con licencias abiertas.
Enterprise vs Community es un debate tratado habitualmente entre implantadores, como en las
Jornadas Odoo 2023, donde hablamos en la
mesa redonda junto con Pedro M. Baeza y otros compañeros.
Pero no es el objeto de este artículo señalar las diferencias funcionales o
técnicas, ni experiencias de implantador o cliente, sino las libertades e independencia que ofrece una licencia
abierta vs licencias propietarias o privativas.
Entonces, ¿Odoo Enterprise no es bueno?
Odoo Enterprise ofrece varias posibilidades interesantes adicionales sobre la versión Community, su coste por usuario es muy reducido y ofrecen la solución en su servidor "ready to use", garantizando rendimiento, alta disponibilidad y servicio de respaldos en caso de catástrofe. La cuota mensual incluye un servicio de migraciones y además ofrecen jugosos descuentos contratando varios años en un pago.
Pues pinta muy bien, entonces, ¿donde podría encontrarme con problemas?
1. En los módulos Enterprise: nunca van a poder ser independientes del fabricante (ni seguramente sin costes de licencias o restricciones en las mismas), y cuanto mayor sea el porcentaje de módulos privativos utilizado mayor será la dependencia, sumado a la dificultad de cambiar a la versión libre con los datos generados por éstos desarrollos.
2. Añadiendo código adicional para mejorar o modificar la funcionalidad nativa. En muchos casos las empresas necesitan algún ajuste extra, pueden tener operativa con cierta complejidad o muy específica, instalar algún módulo ya existente (*), conector con otra plataforma o simplemente quieren utilizar toda la contabilidad española. El contrato Enterprise sólo cubre y garantiza el código nativo tanto en el soporte como en las migraciones.
¿Como tomo una decisión? ¿Cual es la postura de AEOdoo?
En la próxima entrega de este artículo veremos cual es la postura de AEOdoo, así como nuestra recomendación para nuevas implantaciones.
También abordaremos los casos en los que el cliente requiere un cambio de implantador, y como ciertas comodidades o beneficios pueden volverse en contra sino garantizamos con el proveedor acceso total al código, base de datos y entorno donde se ejecuta el ERP.
(*) Y ofreceremos más información sobre el marketplace de Odoo, con cientos de módulos que ofrecen
funcionalidades muy prometedoras pero con unos estándares de calidad
más bajos que pueden comprometer la integridad de un sistema.
Por qué los sistemas de gestión deben ser libres (Parte 1)